La regulación de apuestas y juegos de azar del 24 de junio de 1938, que actualmente rige en México, prohíbe instalar casinos con el fin de evitar mafias y la explotación por parte de apostadores profesionales.
Sin embargo, senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se pronunciaron a favor de la instalación de salas de juego en este país ya que ello permitiría captar inversiones, divisas e impuestos. A su vez, se elevarían los rangos de aforo, estadía y gasto de los turistas, lo que impulsaría la industria turística nacional.
El PRD señala que la prohibición para instalar casinos no ha servido para detener a quienes hacen caso omiso de la norma y por lo tanto, una gran cantidad de establecimientos clandestinos diseminados por todo el país evaden impuestos de millones de dólares al año por ese concepto. Por otra parte, hay otra corriente que está a favor de que las salas de juego operen, pero con base en una regulación adecuada.
Los legisladores esperan que la Cámara de Diputados dictamine tres iniciativas para elaborar una nueva Ley Federal de Juegos, Apuestas y Sorteos que incluye la autorización para instalar casinos en el país. Esto puede transformarse en una verdadera opción económica para México, ya que se captarían impuestos por 800 millones de dólares anuales.
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